Dilema No. 11

Te temblé
me imaginaste muerto
bañado en sangre
con una sonrisa de diablo
locura, dijiste, del pasado amargo
soñaste el aliento de un vagabundo
una declamación callejera
un té fino y lejano de amapola
tal vez
sólo tal vez
una hermosa canción, del desconocido que durmió en tu sillón

¿Te das cuenta mujer?
hablamos más que en la vigilia
en ese sillón donde nunca te he soñado
y sin embago...

Pero no te he vuelto a ver
desde el paquetito envuelto en periódico
desde el muñequito sombrerudo que perdiste
y el regalito que se quitaba el bombin
que escuchaste una y otra vez
sin comprender que
oníricamente hablando
el sillón azul y el cerdo no se han marchado
sigues esperando un té más espeso
para dormir

Yo vuelvo a soñarte
acariciando un cerdo que ya no podré tocar.