"No subestimeis el poder de la metáfora sexual, es infinito"
Esa noche le mostré mi rollito de Primavera, no era un rollito, era más bien un
rollazo, y no era Primavera exactamente, porque no estaba relleno, sino era él el que
iba a rellenar algo. Ella abriendo los ojos exclamó con estupor "No había visto uno tan
grande, no sé si me lo podré comer entero" Yo me fruñí todo y añadí "tú empieza por la
punta y ya veremos, no hace falta que llegemos a los lichis, si quieres podemos untarlo
con salsa de soja" Yo por mi parte probé un poco de su wan tu frito, ella me preguntó
"¿Sake?" y yo "No no no, si todavía no ha entrado, ¿para qué sake ya?" Al final, como
es tradicional me obsequió con un poco de licor de flores, flor de su secreto, y creí
que había llegado el momento de que mi pequeño Mao entrara en su sol supremo, pasamos
unas cuantas horas practicando el comunismo, lo suyo era mío, lo mío era suyo, me
gustaban sus fuertes convicciones las tenía muy desarrolladas, esa noche incluso me
dejó colectivizar su patio trasero.
PD. : todo el tiempo hemos estado hablando de penes entrando en vaginas
{extraido de "En el aire"}
No hay comentarios:
Publicar un comentario
sí gusta comentar