Es la resaca
el beso taciturno de la muerte.
Veo recostado a mi lado
un cadáver
exquisito, pienso
¿Es vulgar qué te diga,
me quiero acostar contigo?
Son frías las tintas
transfusiones de piedra
de café
de humo
Los locos te miran
a través de una lápida.
Duérmete despacito
tírate, tírame
y que la lluvia nos seque
Maralva, las almas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
sí gusta comentar