Pero retumban las voces
y el voceo argentino de una mujer
que no conozco
Sé a vino,
mi piel a corteza de pan.
mi piel a corteza de pan.
Soy un cristo sacrificado
La luz se cuela entre mis párpados
resulta que me canso de ser
hombre
piedra
alma
es tanta la luz y quema.
La mujer se acerca a mí
me toma del brazo y dice
ché, ¿bailás?
y sigo sordo
pero retumban las voces.
Me huele a hedonismo.
ResponderEliminar