VENDARIO

14/12/12

La ciudad

Maralva no sabe escuchar. Maralva odia ver parejas por la calle. Maralva tiene miedo. Maralva reza. Maralva guarda bragas sucias en el botiquín. Es de noche, la sangre que fluye contiene alcohol. El cuerpo le retumba a Maralva. Una paloma caga sobre la cruz de la catedral. La ciudad tiene un hueco, sus calles huelen a pan, a café y a humo. El reloj avanza. La muerte respira. Los gatos maullan en cualquier tejado. Las prostitutas gimen en cualquier habitación. Maralva no sabe usar un teléfono móvil. El cielo está despejado. Un indigente pinta a Cristo en las paredes. Una mujer se desangra en la avenida principal. Maralva no sabe llorar. Maralva es cínica. Un adolescente se corre sobre el teclado. Cuatro viejos juegan dominó en la cantina. Maralva odia el ajedrez. El labial de la mujer desangrada es café. Uno de los viejos es escritor. Maralva no entiende a Cortázar. Explota una pipa de gas atrás de un asilo. Maralva desea a un hombre, y sólo a uno. Los perros buscan comida en la basura. Un extranjero está buscando un hotel. La sangre sigue fluyendo. El padre se ahorca en la capilla. Maralva tuvo una muñeca, y sólo una. Maralva conoce a Jodorowski y no sabe a qué se dedica. Dos niñas se desvelan hablando del primer beso. Un perro orina sobre la propaganda del próximo presidente. Maralva sabe hablar en francés. Maralva nunca se ha embriagado. Un travestí llora frente a la fotografía de su padre. Una pareja discute, ella avienta un florero que casi lo golpea. El hospital está lleno. Maralva lee una historieta. Algún niño perdió su balón, terminó en el patio trasero de un abogado. Otro abogado está a punto de sufrir una sobredosis. Sólo una farmacia está abierta. Maralva odia manejar. Maralva detesta a las palomas. Maralva es insomne. Maralva es la muerte.

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