He sido tan sólo un espectador. Una persona que mira pasar
la vida, y sonríe. Incluso cortejé a la muerte, y me llevé la sorpresa de que
no es mujer, ni hombre. Quizás la muerte es más vida que la vida misma, no lo
sé.
Me rodeé de gente ilustre, escritores, estudiantes,
periodistas, profesores, y me hice pasar por todos ellos, sin embargo nunca
dejé de ser espectador. Me invitaron a romper la cuarta pared y la blindé. Pero
estoy cansado, tengo 22 años y el cansancio de un viejo, la salud de un viejo,
la tristeza de un viejo. No más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
sí gusta comentar