VENDARIO

1/12/13

Canchullo No. 9

Ebrio estoy
cansado de gritar
cansado de enojarme
de tener miedo.

Dopado estoy
el alcohol
y las pastillas
son una estupidez
que reina mi cabeza
y me enerva.

Desepcionado estoy
de mí mismo
de mi resistencia
de mis ladridos como llanto
y de esta
generación que ladra
y no muerde
¡chinga!
¿qué acaso nos quieren
recordar por pendejadas?
ya no hay Beethoven
Cortázar murió
Bukowski
Panero sigue vivo
dentro de un manicomio.
El genio más admirable
de mi ciudad
no tiene el reconocimiento
que merece
y yo estoy aquí
dopado y ebrio
maldiciendo a todas
las chingaderas
que se me ocurren
bebiendo más
tomando otra pastilla
despacito
como invitando a bailar
a la muerte
pero sé que no moriré hoy
quizás mañana tampoco
lo más probable es que me encierren
y entonces seré un poco feliz.

Si tuviera marihuana
no dudaría
en fumar
hasta quedar dormido
y olvidarme que hoy
pateé una pared
grité como loco
y me emborraché
y recordé a mi psiquiatra
me crucificaría en humo.

Comienzo a ver
borroso
y está oscuro
sólo ilumina la pantalla
mi crisis nerviosa
deviene
palabras absurdas.

Comienzo a escuchar
ángeles que bajan
para llevarme
y me dan risa
no pueden cargarme
aunque sea un esqueleto
sus manos son tan pequeñas
como los pintados
en las iglesias.

Estoy seguro
de que si tuviera marihuana
me hubiera calmado durante
todo el mes
y hoy no hubiera
llegado a tal extremo
pero probablemente
igual hubiera hecho
cualquier pendejada.

Yo no seré un gran filósofo
pero sé
que el mundo entero
le teme a la realidad.

La realidad es la puta
más cabrona
que existe.

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