Fuimos amantes a minutos
no, a segundos
nada más
yo encontré
bajo tu sonrisa
una duda paranoide
y esa paranoia como polilla,
paranoia como cerveza,
como rostro,
{como.el.librito.azul}
se fue difuminando
hasta volverse tangible
imaginariamente tangible
ya ni las cursilerías nos salvaron
ni siquiera el café amargo
de las cinco veinte
y esque no tengo té
hace años que no bebo
infusión de coca
y esta paranoia que me plantaste
en la boca
extraña las noches chilangas
los chanchos de ciudad
los tatuajes en la ingle
y el escote que murmuraba una pijama
incluso las canciones en Coyoacán
y es que la realidad es otra
es pintura seca
la tarde parece una acuarela
ya no quiero acordarme de tu voz
mejor la remplazo con la suya
cuando mandaba a su padre a dormir
y me preguntaba qué quería cenar
Fuimos amantes a segundos
nada más
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