Se abre cruenta
como espina
tu puerta
dejando entrar
la luz que a mi sombra escolta
Dorso tuyo, muñeca
manos mías
piel siamesa
y esa falda
de lunares
que haces volar, Maralva
Déjame morder tu palabra
lamer
tu fragancia
Se cierra la puerta
somos, de lumbre, sombra
húmeda sombra
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